domingo, 2 de outubro de 2016

EL HOGAR DE MISS PEREGRINE PARA NIÑOS PECULIARES


        En nuestra infancia todas y todos hemos tenido sueños increíbles, hemos imaginado mundos imposibles habitados por seres extraordinarios; esa capacidad se va perdiendo con los años y solo algunas pocas personas adultas conservan ese don, de entre ellas, un porcentaje muy pequeño se dedica a explotarlo y compartirlo con los demás, y de entre ese reducidísimo grupo hay auténticos genios como Tim Burton, capaces de crear esos mundos para que el público pueda sentir durante unos momentos mágicos que todo puede ocurrir. 


        La magia de Tim Burton nos ha acompañado a lo largo de muchos años, algunas hemos crecido con ella desde que nos enamoramos de su actor fetiche, Johnny Depp en "Eduardo Manostijeras" y deseamos fervientemente que algún ser tan excepcional como ese personaje hiciese nieve para hacernos sonreír. El mundo que imagina Tim Burton no tiene límites, puede reproducir guerras interplanetarias, como en "Mars Attacks", trasladarnos a un divertido inframundo en "La novia cadáver", al que nos gustaría pertenecer sin duda, sobre todo, si podemos bailar con los personajes de "Beetlejuice", hacernos desear que se acabe la Navidad, si es Jack Skellington quien nos la roba, o atreverse muy frecuentemente a versionar clásicos, desde Roal Dahl ("Charlie y la fábrica de chocolate"), hasta Washington Irving ("Sleepy Hollow"), sin olvidar a Mary Shelley ("Frankenweenie") y a Lewis Carrol ("Alicia en el país de las maravillas" y "Alicia a través del espejo"). Se atrevió también, con gran fortuna comercial, aunque muchas críticas negativas, a hacer un remake de la película "El planeta de los simios", así como varias de la serie de la franquicia de la DC Comics, dedicada al personaje de Batman.


        Su sello se ve en todas las películas que dirige e incluso en las que solo produce. Sus atormentados, pálidos y ojerosos personajes, sus ambientes góticos, el contraste de colores, la música clásica, la nieve (incluso en Florida),.. el romanticismo, en el más artístico sentido de la palabra. A eso hay que sumarle la presencia, casi ritualista de sus actores y actrices fetiches. La alianza más productiva, sin duda, es la que mantiene con Johnny Depp, con quien ha colaborado en ocho ocasiones (todas ellas, éxitos de taquilla y crítica), pero no menos prolífera fue su unión con la que fue su pareja, Helena Bonham Carter, con quien llegó a trabajar hasta seis veces. Destacan también las recurrentes apariciones de Michael Keaton o Christopher Lee y, por supuesto, la más reciente incorporación a su tétrico mundo, Eva Green, una actriz, que sin duda ha nacido para formar parte de ese rico imaginario romántico.

        Es ella la protagonista de esta nueva película del director. Acabada de estrenar es ya un éxito de taquilla y la presencia de este precioso y enigmático rostro, es uno de los motivos fundamentales para verla. Los efectos especiales son tan sutiles, que el mundo que nos presenta esta vez el director es aun más creíble que en sus anteriores creaciones, todos los detalles están presentados con suma elegancia, desde la transformación en pájaro de su protagonista hasta la puesta en marcha de un barco hundido cien años atrás. El guion no tiene desperdicio e, incluso para una paranoica de los errores en las películas con saltos temporales como la que ahora os escribe, todo queda totalmente atado y sin fisuras. La temática de la persecución de seres con poderes diferentes no es nueva, así como la protección de estos en hogares especiales, pero el enfoque y la ternura con los que se presenta la temática, nos permite también reflexionar sobre los niños y niñas incomprendidos, aislados y, por desgracia, a veces acosados, por tener unas características que los hacen diferentes a la mayoría y a lo socialmente aceptado.

        Así, más allá de una estética envolvente y cautivadora, unos argumentos adictivos y la incorporación de todos los elementos fantásticos, Tim Burton y sus creaciones deben ser vistos también como mecanismo de revisión de nuestro entorno para luchar cada día por la inclusión social efectiva y total. 

        Mariola Rodríguez González, ferviente seguidora de Tim Burton.


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